1941-1942
LA NUEVA EDAD
ANDO SOLO POR LAS CALLES SIN MÁS ARMAS QUE MIS PUÑOS Y MI FE ABSOLUTA, INQUEBRANTABLE, Y DECIDIDA.
«Yo aclaro a un desleal» en La Nueva Edad, núm. 11 (18-11-41).
1941
Publica una antología de cuentos propios, La época más oscura.
Lee un discurso radial donde solicita al presidente de Chile que mantenga la neutralidad del país frente al conflicto bélico mundial: «Nuestra neutralidad», el que sería editado en el primer número de su revista La Nueva Edad.
Rechaza el ofrecimiento de reeditar la revista Acción Chilena, realizado por Jorge González von Marées y Roberto Vega Blanlot.
En plena Segunda Guerra Mundial, sale a la luz el primer número de su propia revista en apoyo de la Alemania nacionalsocialista, La Nueva Edad (Semanario de la América Libre), que estuvo orientada desde un comienzo a la lucha por mantener la neutralidad chilena planteando el peligro que significaba para Chile la política imperialista norteamericana.
Me había puesto de lleno de lado de Alemania, Italia y Japón; es decir, del «Eje», en contra de las potencias masónicas y «aliadas». Para ello, edité y escribí por mi cuenta, con unos pocos colaboradores, la revista La Nueva Edad.
Memorias de él y yo. Volumen II (1997). Pág. 139.
En ella publica unos meses después «Más allá del nacismo», su primera Weltanschauung (cosmovisión) nacionalsocialista.
1942
Conoce a su Maestro, «el ser que más influencia ejercería en toda mi existencia y con el que me uniría por la eternidad» ―según sus propias palabras―.
Nadie se habrá podido explicar ese hito decisivo que se produce en la publicación de la revista, con su cambio fundamental en la concepción del combate, de la guerra y del hitlerismo.
Memorias de él y yo. Volumen II (1997). Pág. 199.
Contrae matrimonio con Carmen Rosselot Bordeau el 11 septiembre en Santiago.
Aparecen él y su revista en el Rol comercial e industrial de las firmas en Chile incluidas en las «listas negras» de Estados Unidos y Gran Bretaña publicado por la Cámara Alemana de Comercio de Chile.
Propicia la constitución de la Unión Nacionalista de Juan Gómez Millas (quien más tarde sería ministro de Estado, además de rector de la Universidad de Chile) logrando reunirlo en una cena con los representantes de todas las tendencias nacionalistas de Chile (Jorge González von Marées, Guillermo Izquierdo Araya, Eugenio González y el capitán Lazo).