Primera edición (español):
1997 (La Nueva Edad. Santiago de Chile). 312 páginas. ISBN: 956-272-623-1.
Otras ediciones:
Solar. Bogotá, 2001. ISBN: 958-8136-16-4.
SÍNTESIS
Proveniente de la izquierda socialista, el autor relata su conversión al nacionalsocialismo (tras la masacre de los nazistas chilenos que tuvo lugar el 5 de septiembre de 1938) y su actuación durante la Segunda Guerra Mundial apoyando a Adolf Hitler y a Alemania. Habla también de su expedición a la Antártica (1947-48) y de su primer viaje a Europa (1951), cuando conoció a Hermann Hesse. Este volumen termina en forma dramática, siendo tal vez el más impresionante de los cuatro libros de sus Memorias de él y yo.
FRAGMENTOS
Me entregué de lleno a apoyar a Hitler. Por intuición, por algo que circulaba en mi sangre, más allá del cálculo y del conocimiento racional, que entonces todavía era muy incompleto.
Pág. 129.
Si no entendemos que estamos inmersos en un combate de ángeles y demonios (de extraterrestres, se diría hoy), en medio, entremedio, y de que únicamente somos usados, seguiremos siendo juguetes del destino, por no haberlo así comprendido.
Pág. 148.
Y debo admirar a todos los que, sin conocer de estas cosas, aún se mantuvieron junto al Führer y al hitlerismo, leales y firmes hasta nuestros días, soportando las persecuciones y las torturas, siempre con fe en el triunfo final del Ideal.
Pág. 209.
CRÍTICA
«Más importante que la visión onírica que Serrano hace de la Antártida es el relevante papel que asume cuando se desempeña como embajador en India para evitar que esa nación presentara en Naciones Unidas un proyecto de internacionalización de ese continente».
Juan Guillermo Prado, «Llamado por los hielos» en Las Últimas Noticias, 10-6-1997.
«Se acerca en su juventud a los postulados del marxismo, tan en boga en el ambiente intelectual de la época. Mas pronto comienza su decepción. Su búsqueda lo lleva a acercarse al nacionalsocialismo, y un hecho determinante, la matanza del Seguro Obrero el 5 de septiembre de 1938, lo compromete de por vida con la ideología hitleriana».
J. M. V. S., «La memoria del guerrero» en El Mercurio, 11-5-1997.
«Con palabras duras a veces, conmovedoras otras, crea polémicas; pero también sorprende con una visión del mundo de la poesía que nos remonta a los más antiguos mitos del hombre».
P. C. G., «Los recuerdos del paraíso perdido» en La Estrella, 20-5-1997.
«El temperamento del autor de estos volúmenes no es el temperamento del literato corriente. La inocencia, desde luego, ejerce en Serrano un influjo profundo».
Filebo, «Las “memorias” de Miguel Serrano» en Las Últimas Noticias, 26-11-1997.
«Lo real y lo fabuloso son territorios que se yuxtaponen e impregnan mutuamente en este libro… Se trata en efecto de un provocador que no pide ni da cuartel, pero cómo no reconocer el vigor poético incontrarrestable de ciertos pasajes».
Antonio Avaria, «Una pasión dogmática» en Revista de Libros, 6-6-1998.
