Con veneración hacia la patrona o generala de los ejércitos de Chile.
«En este Chile mágico, el patriotismo se alimenta y se mantiene por la Virgen del Carmen (y por eso es mágico), la que interviene en el momento preciso y menos pensado, cambiando todo el curso de los acontecimientos y haciendo de este país perdido, en el confín del mundo y de los hielos, un centro de importancia suma, capaz de alterar el rumbo de la gran conspiración de las edades».
Del cuarto volumen de las Memorias de él y yo.