Pronunciado por Miguel Serrano en Viena el 11 de enero de 1971.
La innovación más importantes es que la venta al público en las farmacias tiene que hacerse con las mismas restricciones del estupefaciente, es decir, en una «receta cheque oficial» que suministra a los médicos el Servicio Nacional de Salud y que no puede repetirse, y debe dejarse archivada en la farmacia para justificar el egreso. En los hospitales y establecimientos asistenciales, el beneficiario recibe una receta similar para su despacho en la farmacia interna del hospital, prohibiendo hacerlo fuera.
La nómina de las drogas y preparados farmacéuticos afectos a estas restricciones se encuentra oficializada mediante decreto del Servicio Nacional de Salud y contiene aquellos productos que llevan anfetaminas y similares; y finalmente, la droga meprobamato y sus preparados.
Otro hecho de importancia es que los alucinógenos como el LSD, mescalina, psilocibina, dimetiltriptofano y el cannabis (marihuana, haschisch) y todos los productos de la lista I se encuentran totalmente prohibidos de importación, fabricación, empleo y hasta investigación científica.
Creemos que las medidas enunciadas, cuya aplicación no ha sido resistida por el cuerpo médico, los laboratorios fabricantes ni las farmacias que los expenden, son un buen ejemplo que puede servir como apoyo a las resoluciones que se adopten en esta importante conferencia.
Con el resto de los tranquilizantes (fuera del meprobamato), [ni] los médicos ni los servicios de urgencia de Chile han tenido problemas que aconsejen restricciones, como no sea la prescripción médica corriente. Imponer licencias, estadísticas y demás requisitos entrabaría sobremanera el ejercicio del profesional médico, cuando sus eventuales peligros son nimios al lado de las ventajas terapéuticas.
El problema extraordinariamente grave en Chile en estos momentos es la marihuana, que es consumida por la adolescencia (9 a 20-21 años), cuando el desarrollo físico y el intelectual está muy lejos de haber terminado.
El agravamiento se debe:
1.° Chile es productor del cáñamo para usos industriales (fibra de sacos, de cáñamo o cordel y suela de alpargatas). En el territorio central (provincia de Aconcagua) hay plantaciones de más de mil hectáreas.
2.° El cáñamo se puede producir en la mayor parte del territorio nacional, aun en los jardines de las casas.
3.° El conocimiento de los peligros en la juventud encuentra una propaganda extranjera que minimiza los efectos a un grado mucho menor que el cigarrillo de tabaco y las bebidas alcohólicas.
4.° Sociólogos y psicólogos restan importancia a los escasos ―según ellos― efectos colaterales, preconizando a sotto voce la falta de dependencia física y casi nula trascendencia a la dependencia psíquica.
5.° Que no se han encontrado métodos para impresionar a la juventud de tal manera que comprenda sus reales peligros.
Este es el esquema de Chile en sustancias psicotrópicas.